Dios perdonaría
cualquier pecado venial
antes que a ti,
que supuras mis heridas
a hachazos de tu recuerdo.
Sin embargo
eres el mejor de todos los pecados.
Y harás que
arda en el infierno,
por cometerte todas las noches
en mi cama.
Ya no hay más confesión
posible que la de
mí misma.
Desaparecieron
todos los padres abnegados
y ahora
me hallo
huérfana de llanto,
de risa, de rabia
y de ti, que decidiste
no quererme.
No tengo guarida
bajo la que cobijarme.
Solo frío.
Acabarás por consumirte.
Nada es eterno,
ni siquiera los pecados.
Y cuando ya seas ceniza,
yo me habré fundido
con los fuegos del averno.
Y entonces, tú y yo, seremos lo mismo.
Polvo y no recuerdo.
Bendita Nerea es mi blog favorito. Sublime. Sorprendente. Acogedora. Directa. Y superándose cada día. Felicidades.
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