jueves, 26 de enero de 2012

A un poeta del metro

Poeta sin manos,
déjame escribirte
las palabras mudas
de la cueva que encierras.

Soy el reojo ciego
que te mira,
y con el que solo 
compartes asiento,
pluma, papel, 
y tal vez alma.

A dónde irán
los ríos de tu tinta,
a dónde irán los caídos amantes.

Quizás al subsuelo,
donde la luz no alcanza,
como nosotros.

Encapsulados en el metro de Madrid.

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