Poeta sin manos,
déjame escribirte
las palabras mudas
de la cueva que encierras.
Soy el reojo ciego
que te mira,
y con el que solo
compartes asiento,
pluma, papel,
y tal vez alma.
A dónde irán
los ríos de tu tinta,
a dónde irán los caídos amantes.
Quizás al subsuelo,
donde la luz no alcanza,
como nosotros.
Poeta sin manos, palabras mudas...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho