lunes, 23 de enero de 2012

Poemas huérfanos

II.
No quiero luz, ahora.

Me basta y me sobra
con el negro cubículo
que observo,
impávida,
noche tras noche,
aguardando al sueño
que me apuñala
con su tardanza.

Me basta y me sobra
conmigo
sin ausencia y sin ausentes,
con insomnios
de media vuelta y vuelta entera,
con demora,
como todo.

Me basta y me sobra
con ácido
de ojos tristes,
con amargor
de bocas taciturnas,
con insipidez
de manos apesadumbradas.

Me basta y me sobra
con el lóbrego aire
que respiro
antes de dormirme,
y mientras duermo.

Después, cuando despierte, quizás salga el sol.

Como quizás se vayan mis ojeras,
o quizás acabe este poema.

Mañana será otro día.

Seguramente nublado.
Con ojeras.
Y con otro huérfano poema.

Ahora..., oscuridad.

Noche. 

Negra noche que no duerme.

2 comentarios: