sábado, 11 de febrero de 2012

Poemas huérfanos (V)

V.
Después de ti no hay nada.

Después de ti,
el mar se vacía
a través de un embudo de metal;
y el cielo cae
cuesta abajo,
hasta aniquilar
al último insecto.

Después de ti,
no hay aire,
porque tú lo has
aspirado
todo de golpe;
y el suelo
es en sí una
grieta infinita.

Después de ti,
no hay silencio,
quizás haya grito;
y la música
habrá sucumbido
de tristeza.

Después de ti,
no hay vida,
pues sin ti
se suicidan hasta las células;
y tampoco muerte,
estará de baja
por depresión.

Después de ti,
yo no existo,
como no existía antes;
y tú,
serás el pasado
al que rogaremos
que se quede en el presente.

Después de ti no hay nada.

Nada.

Así que aprovechemos y comámonos el ahora a bocados,
después de que sea un antes y antes de que sea un después.

Ahora. Que lo hay todo.

3 comentarios:

  1. Te leo siempre
    conteniendo la respiración,
    para no perderme nada.
    Me quedo sin aliento
    porque no lo necesito.
    Al terminar de leerte
    cojo el aire de golpe.
    Y sonrío.
    Y muevo la cabeza de un lado a otro
    como si no pudiera creerme
    que todo eso sale de ti.
    Y te admiro.

    (...)y comámonos el ahora a bocados,
    después de que sea un antes y antes de que sea un después. Ahora. Que lo hay todo.

    ResponderEliminar
  2. Como el comentario de arriba, me quedo con los últimos versos. Brillante, Nerea.

    ResponderEliminar
  3. serás el pasado
    al que rogaremos
    que se quede en el presente.
    que fuerte!!!

    ResponderEliminar