lunes, 6 de febrero de 2012

Poemas huérfanos (IV)

IV.
Hoy, te escribiré verso arriba
por las calles de mi alma.

Y serás manecilla sin tiempo;
mis piernas, y mi cama.
Y la lengua moribunda
de mi cuerpo.

Hoy, dejaré que me muerdas
los fantasmas que exorcizas
los sábados de noche.

Y serás conjuro seco,
y la sed húmeda
de mi garganta.

Hoy, dejaré que me mires,
y que me observes,
allá por donde quieras.

Y serás la dulce ponzoña
que me mata.
Serás el hambre de mi ayer
y un todavía.

Pero pronto te irás,
como pájaro de invierno.
Y respirarás el olor
de otros aires, con mi falta.
Y escupirás mis fantasmas
devorados.

Y serás recuerdo vacío.

Y serás oquedad...

Enorme oquedad
en mí.

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