sábado, 15 de octubre de 2011

Noche

Me sumo en la oscuridad de la noche,
en el negro silencio
que absorbe
cada parte de mí,
hasta dejarme ausente.
Floto en la nada
más absoluta.

Bailo en mi propio purgatorio,
al son de los compases apagados.
Rezo al Dios de los ateos.
Menguo la luna a bocados.

Me agazapo.
Me reduzco.
Me voy desmenuzando.

Me convierto en una mota,
del polvo que no echamos.

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